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Vida de Isaac Newton

domingo, 31 de agosto de 2008

Habitualmente, las ciencias no forman parte de lo que se conoce como Cultura General. Si preguntamos a cualquiera por el nombre de cientificos famosos, todo el mundo coincide en señalar a Einstein y a Newton, tal vez a Darwin, y muy pocos a Hawking. Pero si concretamos y pedimos nombres de matemáticos se producirá un silencio (¿Pitágoras?). Y sin embargo, el cientifico mas famoso de la historia, se hizo famoso precisamente por sus descubrimientos en este campo. La mayor aportación de Newton a las ciencias fue un trabajo sobre Matemáticas.Isaac Newton nació en la casa familiar de Woolsthorpe, cerca de Nottingham, el día de Navidad de 1642, aunque en la Europa continental ya era 4 de enero por la diferencia de calendarios. Su padre era un campesino analfabeto, su madre pertenecía a la pequeña burguesía rural y disfrutaban de una posición económica desahogada. Desgraciadamente, el padre murió tres meses antes de que Isaac naciese, y eso marcó el resto de su vida.
Su madre, viuda antes de cumplir los 30, tuvo que volver a casarse, esta vez con un párroco anglicano llamado Barnabas Smith, que la aceptó como esposa a condición de que se deshiciese del pequeño Newton, de 4 años. Cuenta la leyenda (falsa) que Newton inventó el catalejo y desarrolló su teoría sobre las lentes para conseguir ver a su madre que se había mudado a casa del párroco a unos pocos kilómetros de distancia. Entre los papeles póstumos de Newton se encontró una carta manuscrita donde se relata una relación de pecados de los que se arrepiente, entre los que se encuentra:

“Haber amenazado a padre y madre Smith con quemarlos a ellos y a su casa con ellos dentro”.

La señora Newton (ahora Smith) volvió a enviudar seis años después y regresó con su hijo y tres nuevos hermanos, pero este periodo de separación causó una huella profunda en el niño, que padeció durante toda su vida desordenes emocionales, ataques de ira incontrolables y un enfermizo deseo de ser querido y aceptado.
Sin embargo la madre supo ver en su hijo su capacidad intelectual y se ocupó de que recibiese una formación adecuada a sus capacidades. Pero Newton destacó en el colegio más por las peleas, la indisciplina y su afición a tabernas y burdeles que por sus brillantes resultados académicos. Así que a los 17 años su madre decidió que ya estaba bien y le hizo regresar a la granja familiar para que hiciese algo de provecho. Como granjero, Newton fue aún peor que como estudiante: Un absoluto desastre. Sin embargo, el aburrimiento le llevó al hábito mas importante que adquirió en su vida: la lectura y la escritura. Se le pasaban días enteros delante de los libros sin comer ni dormir. De manera totalmente autodidacta aprendió a hablar y escribir en Latín y en Hebreo (se empeño en que la biblia había que leerla en su idioma original).
Tras dos años de caos en la granja, la señora Newton, un poco aconsejada por un primo suyo que había estudiado en el Trinity College y un mucho por quitarse de encima semejante inútil envió a Isaac a Cambridge a la universidad, entro en el Trinity recomendado por su tío. Por aquel entonces, a causa de la Guerra Civil de 1641, (la que acabó con la ejecución de Carlos I y el ascenso de Cromwell) todos los catedráticos de Cambridge fueron “depurados” y sustituidos por arribistas que no estaban a la altura. Ese fue el panorama académico que se encontró Newton al llegar a la universidad. Para él fue un paraíso, podía sobresalir en los estudios prácticamente sin esfuerzo, y repartía su tiempo entre la biblioteca y (sobre todo) los burdeles.
Como mamá Newton le había cerrado el grifo del dinero, orientó sus estudios hacia una nueva ciencia que estaba de moda por entonces y que ofrecía las mejores becas: La Óptica, en la que sobresalió, hasta el punto de que se considera a Newton padre de esta ciencia. Complementaba sus ingresos con un trabajillo que no abandonó jamás: Prestamista. Prestaba dinero a sus compañeros y con los intereses que cobraba se pagaba los vicios.
Pero el golpe de suerte de su vida se lo dio la epidemia de peste de 1665, que le hizo regresar a la casa familiar durante casi dos años. Se instaló en su habitación con una montaña de libros que se trajo de Cambridge y se encerró allí. En esos 20 meses Newton desarrolló las ideas fundamentales que guiarían toda su carrera científica. En particular, la teoría de la gravedad (Gravitación Universal).
Sobre Newton corren muchas leyendas, la mayoría de ellas falsas, sin embargo, la historia de la manzana es absolutamente cierta: Una noche de otoño, mientras descansaba bajo un manzano, vio como una manzana caía al suelo y se preguntó porqué la fruta siempre seguía esa trayectoria y no otra, luego alzó la vista, miró a la luna y se preguntó por qué la luna no seguía el ejemplo de la manzana, sino que permanecía estable en el cielo en lugar de estrellarse contra la tierra. Mucha gente había contemplado la luna en las noches de verano, mucha gente había visto caer manzanas al suelo, pero hizo falta un genio para relacionar ambos sucesos.
Fueron dos años frenéticos, en los que Newton dormía en periodos de 30- 40 minutos repartidos a lo largo de seis o siete siestas diarias que echaba sentado en su silla. En dos años nunca usó la cama. Trabajaba alrededor de 20 horas diarias, y esa costumbre ya no le abandonó en toda su vida. En una carta a Locke reconoce:
“Cuando os escribí no había dormido ni una hora cada día desde hacía una quincena y durante cinco noches consecutivas ni un parpadeo. Recuerdo haberos escrito, pero no recuerdo lo que dije de vuestro libro”.

Esto fue minando su salud mental (ya de por sí inestable) y le llevo a crisis de locura-depresión que se repitieron al menos en cinco ocasiones a lo largo de su vida. En dos de ellas llegó a quemar todos sus papeles.
En la primavera de 1667 Newton regresa a Cambridge y se encuentra con un antiguo compañero, Isaac Barrow, otro de los grandes de las matemáticas, que ya es catedrático, titular de la Cátedra Lucasiana (que luego, en el siglo XX ocuparía Stephen Hawking). Dice la leyenda que Barrow, deslumbrado por los conocimientos y las capacidades de Newton renunció a la cátedra en favor de su alumno. Pero eso es solo una leyenda: la realidad es que Carlos II hizo llamar a Barrow para ser astrónomo de la corte, un puesto mucho mejor pagado que el de catedrático y que utilizó como plataforma para conseguir su verdadera ambición: Ser decano de Cambridge. El único, por edad y conocimientos que podía ocupar esa cátedra era Newton.
Newton siempre quiso medrar socialmente; recordemos que aunque su familia vivía desahogadamente, su origen era humilde, campesino, y eso le cerraba las puertas de la alta sociedad, por muy catedrático de Cambridge que fuese. Newton quería codearse con los nobles y poderosos de la época, así que recurrió a una de las aficiones de su juventud para hacerse valer. Parece ser que Newton consiguió reconocimiento social entre los nobles de la época por organizar las mejores orgías de toda Inglaterra..
Newton consiguió su primer puesto de responsabilidad pública como Interventor de la casa de la moneda, y ahí también dejó su huella. Se obsesionó con los falsificadores y los recortadores de monedas, tejió una red de confidentes que le informaban de los sitios y las personas dedicados a la falsificación y está documentadas más de 100 detenciones al respecto solo en la ciudad de Londres.
Otro de los rasgos de la personalidad de Newton era su reticencia casi patológica a publicar ninguno de sus escritos, ni en libros, ni en artículos, ni en conferencias. Jamas enseñaba sus descubrimientos a nadie hasta que no estaba absolutamente convencido de su corrección, reescribia una y otra vez sus resultados ocultando los pasos intermedios y ofreciendo solo los puntos finales, hasta el punto de que sus escritos se vuelven crípticos y casi ilegibles hasta para los mas iniciados. El propio Newton dijo de sí mismo:
“Mi método de trabajo es el mismo que el de los zorros, que con la cola van borrando las huellas que dejan en el campo”.

Lo poco que en vida publicó fue después de mucho insistir sus amigos, o a través de la correspondencia privada. Esa actitud le trajo numerosos problemas a lo largo de su vida, el más conocido y más lamentable es el de su polémica con Leibniz sobre el descubrimiento del Cálculo Diferencial.
W. G. Leibniz fue un matemático alemán contemporáneo de Newton. Inicialmente se formó como diplomático y fue desplazado a París por unas conversaciones de paz entre Francia y el Imperio Austrohúngaro por la soberanía sobre Alsacia y Lorena. Las reuniones de trabajo le resultaban insoportables por lo aburridas, así que se escapaba y se colaba en las sesiones de la Academia de Ciencias de París, allí tuvo su primer contacto con las matemáticas. A partir de ahí, de manera autodidacta, y siguiendo un camino distinto del de Newton fue capaz de desarrollar todo el Cálculo Diferencial… ¡diez años después que él!. Sin embargo, como Newton no lo había hecho público, ni siquiera entre sus amigos (Barrow, por ejemplo) Leibniz escribió y publicó un tratado completamente original sobre el tema. Cuando este nuevo método de cálculo llegó a oídos de Newton, el inglés montó en cólera y se apresuro a publicar sus propias ideas en una obra monumental llamada Principia Mathematica, mucho más completa y con una forma de escribir las cosas mucho más clara y sencilla. El camino de Leibniz era más sencillo, pero la notación de Newton era más útil. A partir de aquí se desató una agria polémica entre los dos genios que cayeron lo más bajo que se ha llegado jamás en la ciencia moderna. Se cruzaron mutuas acusaciones de plagio, se insultaron en público y en privado, la sociedad científica se dividió en partidarios de uno y otro. Cuenta la leyenda (una vez más falsa) que Newton llegó a escribir un panfleto “anónimo” en el que se acusaba a Leibniz de ser homosexual, impotente, zoófilo y otras muchas lindezas, y que Leibniz, por su parte, envió a unos sicarios para envenenarle.
Newton revolucionó las ciencias y su revolución aún perduró en el siglo XX. Sin embargo, la mayor parte de sus esfuerzos los dedicó a una actividad un poco menos científica. Obsesionado con la religión, utilizó los métodos racionalistas y la alquimia en buscar la presencia de Dios en la tierra. Es la única investigación que jamás abandonó: La demostración de la existencia de Dios por medios químicos.

Esas son las únicas sombras en la vida de un genio, el científico más importante de la historia y seguramente uno de los mejores matemáticos que han existido.

2 Responses to "Vida de Isaac Newton"

Anónimo Says:

Me encanto la historia de Newton, con detalles que no conocía, espero sean verdad, porque jamás pense que Newton fuera organizador de orgías ni asistiera a burdeles...pero en fin...sigue siendo el mejor matemático de la historia

Pensador Borroso Says:

La paradoja es que se deidcara a eso un hombre tan preocupado con la religión.
Las fuentes son de total solvencia:
Newton, en el umbral de la ciencia Moderna , de José Moreno Santonja
Historia de las Matemáticas, de Carl Boyer.
Ecuaciones Diferenciales Ordinarias, de Simmons
y un primo mío que sabe mucho de esto...